
Felipe VI i el seu cosí macarra
Pilar Eyre explica una ridícula situació del rei espanyol Felipe VI
Pilar Eyre fa anar de corcoll la Casa Real. No se’n calla ni una. Ni de les crítiques actuals ni de les anècdotes passades que abans no s’explicaven però que ara van sortint i que deixen en ridícul la família reial espanyola. A la revista Lecturas, la popular periodista explica una anècdota surrealista que deixa molt malament a Felipe VI.
Imagineu-vos l’escena: “Me contaban hace poco en Asturias que la primera vez que Felipe fue a ver a la abuela de su novia le preguntó si podía ir el personalmente a coger las bebidas de la nevera. La nieta le aclaró a Menchu el porqué de este capricho: “no ha abierto una nevera en su vida y le hace ilusión”. Desde el salón en completo silencio oyeron el clic clic de la puerta del frigorífico al abrirse y cerrarse. Varias veces“.
Eyre també ha parlat del present. En aquest sentit ha criticat Letizia Ortiz per la manera que té de “protegir” les seves filles. No és la primera vegada que la periodista retreu a la reina espanyola actituds com aquesta.
“Conocíamos más el carácter de los hijos de Juan Carlos que del de Leonor y Sofía ahora. Sus escasas apariciones públicas, rodeadas de fuerzas de seguridad, con la única compañía de funcionarios del gobierno y con discursos cuidadosamente preparados no nos muestran cómo son nuestras princesas. Es evidente que el deporte no figura entre sus aficiones, ni la vela ni el esquí, aunque ahora han asistido a un evento deportivo, un partido de futbol entre Dinamarca y España”, ha sentenciat Pilar Eyre.
Finalmente Eyre fa referència a una frase de Juan de Borbón que suposa tota una advertència cap a la Casa Real. Es pot llegir perfectament entre línies: “Debemos darnos cuenta, y Letizia también, de que los altares están muy bien, pero para santos y vírgenes. Y que cuanto más desmesurados sean nuestros elogios más alejamos a Leonor y Sofía del común de los mortales y más inaccesibles las volvemos, además de que el halago constante debilita. Como decía su bisabuelo, nunca un mar en calma hizo buenos marineros”.